tejer como terapia para todo

Os podéis imaginar que este tiempo de confinamiento me está viniendo muy bien para nuevos proyectos artesanales. Este chal de crochet que os enseño hoy lo hice en la primera quincena que pasé encerrada en casa.

Es el ya archiconocido chal 9 de junio, con patrón de Susimiu, un chal hecho con ovillos de lino flamé de tres cabos de Casasol.

Tiene una caída impresionante, no se arruga y tiene un color bien bonito (es el color Sandía). Dudé si hacerlo en ese color o si hacerlo en un tono más neutro, que pegue con todo. Sigo con dudas. Me gusta tanto que es probable que lo haga en un color crudo y con hilo de algodón, para que no sean exactamente iguales.

Disfruté mucho haciéndolo. No es muy complicado, aunque sí que implica cierta atención. No es una labor que puedas ponerte a hacer mientras ves la tele, y si lo haces ¡cuidado! A mi me tocó deshacer alguna vuelta…

El resultado es maravilloso, creo que es de los chales más bonitos que he visto, y al ser de lino, viste un poquito más que el de algodón y pesa un poco menos. En verano, con un vestido negro, creo que quedará bien vistoso para una noche fresca (aunque en Madrid normalmente no hace falta chal ni a las tres de la mañana).

chal 9 de junio

Nunca había tejido con hilos de Casasol, ni con lino. Me ha encantado, se trabaja muy bien y el resultado, pues ya lo veis, es espectacular. Después del chal, compré algodón y me he hecho un jersey, ¡pronto os lo enseño!

5 comentarios en «Chal de crochet hecho a mano»

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